Resolución
de 4 de septiembre de 2017, de la Dirección General de los Registros y del Notariado
Se
plantea si es o no inscribible una escritura de compraventa con subrogación de
hipoteca en el que el medio de pago del precio que identificado por «el saldo
actual de la deuda hipotecaria que grava la finca vendida, cuya deuda asume
personalmente la parte compradora», con la circunstancia de que la hipoteca no está inscrita en el Registro de la
Propiedad. El registrador señala que no hay inscrito ningún derecho real de
hipoteca que grave la finca que se transmite, por lo que no puede considerarse
en modo alguno cumplido el requisito legal que obliga a identificar los medios
de pago empleados en las transmisiones del dominio y demás derechos reales
sobre inmuebles. De igual modo, se alega que no puede practicarse inscripción
alguna relativa a la subrogación por cambio de deudor en el citado préstamo
hipotecario, cuya existencia no consta en el Registro.
La Ley 36/2006, de 29 de noviembre introduce reformas en la legislación hipotecaria y notarial con el objetivo fundamental de que la respectiva actuación de los notarios y registradores contribuya activamente en la prevención del fraude fiscal. Para ello se establece la obligatoriedad de la consignación del Número de Identificación Fiscal (NIF) y de los medios de pago empleados en las escrituras notariales relativas a actos y contratos sobre bienes inmuebles. La efectividad de estas prescripciones queda garantizada al fijarse como requisito necesario para la inscripción en el Registro de la Propiedad de tales escrituras. Para conseguir tales objetivos, la Ley 36/2006, de 29 de noviembre, modificó, entre otros y en relación con la materia específica que es objeto del presente recurso, el artículo 24 de la Ley del Notariado, así como los artículos 21 y 254 de la Ley Hipotecaria.
En desarrollo del artículo 24 de la Ley del
Notariado, el artículo 177 del Reglamento Notarial ha sido objeto de diversas
modificaciones por los Reales Decretos 45/2007, de 19 de enero, 1804/2008, de 3
de noviembre, y, finalmente, 1/2010, de 8 de enero a los efectos de concretar, en relación con
determinados medios de pago, qué datos concretos deberán quedar incorporados en
el documento público, ya sea a través de acreditación documental, ya sea vía
manifestación ante el notario, constancia que implicará que dicho medio de pago
se deba entender suficientemente identificado, permitiendo el acceso al
Registro de la Propiedad del instrumento público. En el párrafo segundo de
dicho precepto reglamentario se impone al notario una obligación de
identificación de los medios de pago cuando concurran tres requisitos: a) que
impliquen declaración, constitución, transmisión, modificación o extinción de
derechos reales sobre bienes inmuebles; b) que sean a título oneroso, y c) que
la contraprestación consista en todo o en parte en dinero o signo que lo
represente. Concurriendo estos tres requisitos, el régimen de la obligación de
identificación de los medios de pago se puede sistematizar en los siguientes
términos:
a)
Se han de expresar por los comparecientes los importes satisfechos en metálico,
quedando constancia en la escritura de dichas manifestaciones.b) Pagos realizados por medio de cheques u otros instrumentos cambiarios: Además de la obligación del notario de incorporar testimonio de los cheques y demás instrumentos de giro que se entreguen en el momento del otorgamiento, se establece que, en caso de pago anterior a dicho momento, los comparecientes deberán manifestar los datos a que se refiere el artículo 24 de la Ley del Notariado, correspondientes a los cheques y demás instrumentos de giro que hubieran sido entregados antes de ese momento. Pero a los datos del artículo 24 de la Ley del Notariado se añaden otros nuevos: la numeración y el código de la cuenta de cargo de los instrumentos de giro empleados.
Por otra parte, cuando se trate de cheques bancarios o títulos librados por una entidad de crédito, ya sean entregados con anterioridad o en el momento del otorgamiento de la escritura, el compareciente que efectúe el pago deberá manifestar el código de la cuenta con cargo a la cual se aportaron los fondos para el libramiento o, en su caso, la circunstancia de que se libraron contra la entrega del importe en metálico.
De todas estas manifestaciones quedará constancia en la escritura.
c) En caso de pago por transferencia o domiciliación, el régimen es indistinto para el caso de que los pagos sean anteriores o simultáneos al otorgamiento de las escrituras: los comparecientes deberán manifestar los datos correspondientes a los códigos de las cuentas de cargo y abono, quedando constancia en la escritura de dichas manifestaciones.
d) Si los comparecientes se negasen a aportar alguno de los datos o documentos citados anteriormente, el notario hará constar en la escritura esta circunstancia, y advertirá verbalmente a aquéllos del cierre registral dispuesto en el apartado 3 del artículo 254 de la Ley Hipotecaria, dejando constancia, asimismo, de dicha advertencia.
Sin
embargo, en relación con la calificación registral y el cierre del Registro de
la Propiedad, en los términos expresados en el artículo 254.3 de la Ley
Hipotecaria, el artículo 177, párrafo quinto, del Reglamento Notarial, según
redacción dada por el Real Decreto 1/2010, determina que «(…) se entenderán
identificados los medios de pago si constan en la escritura, por soporte
documental o manifestación, los elementos esenciales de los mismos. A estos
efectos, si el medio de pago fuera cheque será suficiente que conste librador y
librado, beneficiario, si es nominativo, fecha e importe; si se tratara de
transferencia se entenderá suficientemente identificada, aunque no se aporten
los códigos de las cuentas de cargo y abono, siempre que conste el ordenante,
beneficiario, fecha, importe, entidad emisora y ordenante y receptora o
beneficiaria».
Por
tanto no es preciso que se refleje pormenorizadamente todo el contrato que
motiva el reconocimiento de deuda, sino que es suficiente que se haga la
indicación de cuál es el contrato concreto del que deriva la deuda. En el
presente caso en relación al precio de la compraventa, se señala que está
representado «por el saldo actual de la deuda hipotecaria que grava la finca
vendida, cuya deuda asume personalmente la parte compradora pero sin hacer
referencia alguna a la escritura del préstamo hipotecario en que se refleja
dicha deuda. Por tanto debe confirmarse el defecto alegado por el registrador,
ya que la deuda no ha quedado debidamente acreditada y, en consecuencia, el
medio de pago tampoco ha quedado identificado. En este sentido será suficiente que
se reseñe adecuadamente en la escritura de compraventa los datos referentes a
la escritura de préstamo en la que se refleje la deuda hipotecaria o aportar
dicha escritura de préstamo. Finalmente, en cuanto a la imposibilidad de hacer
constar en el Registro la subrogación por cambio del deudor, por no constar
inscrita la hipoteca, hay que señalar que estamos ante una asunción de deuda por
parte del comprador que no libera al vendedor en tanto el banco acreedor no
consienta dicho cambio (cfr. artículos 118 de la Ley Hipotecaria y 1205 del
Código Civil) y para que se produzca ese cambio de deudor no se precisa que la
hipoteca esté inscrita, por lo que a los efectos de la compraventa realizada no
es requisito imprescindible dicha inscripción, ya que no se pretende hacer
constar propiamente la subrogación, sino la transmisión de la finca registral.
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